Con la figura del
General Copons como protagonista, los tarifeños han podido disfrutar de un fin
de semana cargado de eventos en conmemoración del Bicentenario.
Los actos de apertura
tuvieron lugar la noche del viernes, con la puesta en escena de “La Venta del Bicentenario”
por parte del grupo de teatro Guadalmesí.
Pero fue la mañana del sábado cuando cientos de personas
ataviadas con casacas y galones comenzaban a llenar el paseo de la Alameda,
mientras escolares de los centros educativos recibían sus premios por los
concursos de dibujo, collage y redacción. La ciudad comenzaba a ambientarse en
el siglo XIX, con un desfile por parte de la Asociación Histórico – Cultural “Teodoro
Reding” de Málaga hacia la Calzada, donde se iba a celebrar el “homenaje a la
Paz”. A este Acto asistieron un gran
número de autoridades del Campo de Gibraltar. Tomaron la palabra, primero
el comisario de la organización de los
actos, Juan Antonio Patrón Sandoval, dando justificación a las actividades del
fin de semana. Más tarde el presidente de la Asociación "Teodoro Reding", quien
quiso señalar la importancia de la ciudad en la Guerra Napoleónica. Y en último
lugar el alcalde de la localidad, Juan Andrés Gil García, quien lanzó
agradecimientos a los participantes. Acto
seguido la comitiva se trasladó a la Puerta del Retiro, donde sería inaugurada
la estatua en honor al General Francisco Copos y Navia. Los encargados en
descubrir la estatua fueron el autor Alberto Germán Franco, el alcalde y Carlos
Orellana y Botín, descendiente del general. El acto lo cerraron las salvas de
honor de artillería y de fusilería.
El acto culmen tendría
lugar la tarde del sábado cuando se dio la primera parte de la recreación histórica. Los ruidos de los cañones y sables, y el olor a pólvora llamarón la curiosidad de numerosos vecinos y
turistas que se acercaron a la Puerta del Retiro para ver la representación.
Las murallas donde se dio la batalla real fueron el escenario donde se recreó el momento en el que las
tropas francesas consiguieron abrir una brecha en la muralla y obligaron a los
españoles y sus aliados a permanecer atrincherados en la muralla para su
defensa.
La mañana del domingo
concluyeron los actos con la segunda parte de la recreación del sitio y la
entrega del bastón de mando. La representación terminó con el armisticio y la
huida de los franceses.
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